sábado, 20 de marzo de 2010

MORAL DE MERCADO VERSUS SEGURIDADA LIMENTARIA: UNA APROXIMACION DESDE LA ETICA DEL BIEN COMUN

El problema del hambre en el mundo es una situación difícil de esconder, eso es lo que el autor nos plantea en el texto; además no ha habido personas que establezcan leyes y políticas que disminuyan esta situación. Realmente es una situación cuestionante, sobre todo cuando hay muchos que no toman conciencia de este hecho y siempre buscan favorecer su propio bolsillo.

Es cuestionante y duro darse cuenta que por tanta hambre en el mundo surge otro tipo de situaciones como: ladronísmo, violencia, maras, etc. Y fruto de todo esto, las muertes que a diario surgen en las diferentes partes del mundo; pero, es importante que nos centremos en la realidad de nuestro país.

Actualmente podríamos afirmar que en nuestro país la vida está desvalorizada y encontramos muertes en diferentes partes del país. Aún viviendo esta situación vergonzosa de hambre y violencia no ha habido alguien que establezca alternativas para mejorar la situación.

Sería posible cambiar si evaluamos desde la raíz y no de una manera superficial, pero, debe ser un proceso que sea corregido desde la raíz y con educación. De ella depende la actitud que toma una persona ante la sociedad.

El hambre como problema vital y comprehensivo.

El problema del hambre es una situación que hace que un país no crezca en su economía porque debido al hambre hay desnutrición, además una persona mal alimentada no tendrá la capacidad como para estudiar, mucho menos para analizar y evaluar sobre la realidad y debido a esto será siempre alguien independiente que espera que los demás actúen para luego actuar.

La liberación del mercado como solución.

El neoliberalismo supone que la mejor forma para incrementar la economía y la participación en el mercado internacional está dentro de este sistema económico pre capitalista, pero dentro de este contexto también se sitúa otra situación: al abrir el mercado habrán otras opciones de productos, lo cual perjudicará a aquellas “empresas” que han venido produciendo un bien específico.

Muchos países se presumen de firmar convenios internacionales, hablan sobre erradicar la pobreza, las condiciones de hambre, pero, despejan al estado de ese rol que les corresponden y dicho rol se lo dejan al mercado el cual se hará cargo de su manteniendo y seguridad.

La situación del agro después de quince años de liberalización.

El decaimiento a finales de la década de los 90’s ha dado origen a una estrepitosa caída de los alimentos a nivel interno de cada país, lo cual ha originado crisis alimentarias. Lo anterior viene a perjudicara lo que es el sector rural-campesino.

Esto se ha originado a partir de la desigual de competencia que han generado las grandes empresas transnacionales que cultivan bienes de consumo “básico” para la importación. Lo que hizo que muchas de los cultivos que abastecían a los países y que a lo mejor alcanzaban a exportar un poco de su producción, desaparecieran.

No es desconocido hoy en día que las grandes producciones de alimentos para importarlas se dan con ayuda de grandes cantidades de químicos que perjudican la salud de las consumidores, así como también la tendencia a crear alimentos de tipo transgénicos.

También cabe destacar como las transnacionales que importan este tipo de bienes de consumo pasan por desapercibido las condiciones de miseria de la región o país donde se encuentran.

Importaciones de alimentos: ¿Complemento de la producción interna?

Muchos estados de nuestra región vieron en la compra de alimentos, a un bajo precio, como una especie de código para la seguridad de alimentación y de elementos que permitían vivir dignamente. La compra de alimentos en cereales y granos básicos ha venido creciendo en forma constante desde los años 80.

Algo que está incidiendo mucho es la baja del cambio real y la gran baja de los precios de exportación de la canasta básica esto hace que localmente venda más quien dé más barato sus productos lo que ha llevado a la quiebra por no estar en condiciones de competir. También esto hace que un país se vuelva muy dependiente en cuestión de alimentos, los beneficiados son la agroindustria, la cual impone sus precios.

La precaria demanda efectiva de alimentos

Hay que tener en cuenta que no todos tienen las condiciones para adquirir lo básico para vivir. En 1999 el 35% de la población en Latinoamérica tenía esa posibilidad y el 18% vivían de la mendicidad, esto tanto en la zona rural como urbana. El 66% de pobres latinoamericanos son pequeños productores. Otro aspecto que afecta mucho es la falta de trabajo, los bajos salarios y la mala distribución de los ingresos. De manera que en 1999 América Latina era considerada la religión donde había más inequidad social.

¿Es la escasez de alimentos la causa del hambre?

Si observamos el mundo, podremos ver de que se produce una cantidad suficiente de alimentos, para alimentar a niveles más altos en calorías que los mínimos recomendados por la FAO a todas las personas del planeta; es irónico ver qué mal distribuida esta la repartición de la comida, ya que hay países que tienen altos niveles de nutrición, cuando otros con sobrealimentación llegan a la obesidad. Observamos que el problema no es los escases de alimentos.

Muchos factores han abonado a esta injusta distribución de alimento, como por ejemplo la Segunda Guerra Mundial, el hecho de que el mercado y muchos productos dependen grandemente de E.E.U.U. Pero, mientras este no sea un mercado a favor de la gente, seguirá existiendo tal cantidad de desigualdades e injusticias.

Tautología Mercantil y Moral del Mercado

La opinión del neoliberalismo sobre la crisis alimentaria difiere con la de Smith, pues ya sólo ve a la seguridad alimentaria como una parte del proceso, el mercado seguro, es decir, no se debe corregir el mercado porque se debe adaptar la población a las necesidades de mercado.

Así las neoliberales pasan sobre la población y no les importa sino la promesa de que todo saldrá bien y mantener el mercado sano sin intervención del estado. En cambio si el estado entra y dispone las reglas del juego en vez de sólo vigilar desde afuera esta siendo un inconveniente para dicho sistema, pues creen que el mercado es perfecto.

Vemos que a pesar de que se cree en el mercado perfecto; es muy visible que tiene deficiencia y no es nada ético ni moral, un ejemplo es el abismo que observamos en lo alimenticio.

La persistencia del hambre: dilemas para la moral y la ética.

Vemos que muchos países dejan huellas, de destrucción, a cada paso que avanzan. Es indudable que en algún momento la naturaleza hará pagar por todo el daño. Esta es la consecuencia fatal y final de este proceso devastador.

Su principio son todas aquellas teorías de un supuesto desarrollo, donde una de las consecuencias altamente de gravedad y que nos conduce hacia aquel final, es sin duda el arrebato de la integridad del ser humano, por convertirlo en un despojo humano y ¿Cómo no ha de ser así? Si es fruto de modelos que van en contra de la vida.

He ahí el dilema para la moral y la ética, ya que estos modelos se disfrazan de una ética y de una moral, pero que en su fondo es una falsedad, una pantomima.

Por esa falsa ética y moral caemos las mayorías, pensando que no seremos felices si no adquirimos esto o aquello que sea un producto de marca, realmente lo innecesario para vivir, cayendo en el juego de su mercado. Lo que realmente necesitamos es modelos de desarrollo justos “para y por el ser humano” que entre a conformar la verdadera ética y moral, con ayuda de una política incorruptible, para retroceder el proceso que nos lleva aquel final de una verdadera y real autodestrucción.